Por: Jhoana Patricia Ayala. Curso 1001
En mi colegio me preguntaron si quería trabajar en Alkosto; sin pensarlo dije que sí. La profesora Martha Haydee, muy interesada me preguntó que si me parecía bonito trabajar, obviamente yo tenía muchas ganas de hacerlo y fue a partir de ese momento cuando inicié la capacitación para poder entrar al mundo laboral.
A los pocos días comencé con las entrevistas, una tras otra hasta que me eligieron para trabajar en ese almacén. Estaba tan feliz que llegué a imaginarme que podía hacer con la plata que me iba a ganar trabajando. Comencé a soñar con el poder ayudar en mi casa, pagar mi tratamiento de ortodoncia o en un futuro, comprar un computador portátil. También, es importante ahorrar porque uno nunca sabe cuando pueda necesitar algún dinero, esas eran mis metas.
Inicié labores el 10 de diciembre del 2005 en el almacén Alkosto de la Avenida 68 con Calle 68 y así empezó mi vida como trabajadora, Le doy muchas gracias a Dios todos los días de mi vida, también agradezco a todas las personas que me ayudaron y confiaron en mí para poder llegar al lugar donde me encuentro el día de hoy.
GRACIAS A TODOS.
En mi colegio me preguntaron si quería trabajar en Alkosto; sin pensarlo dije que sí. La profesora Martha Haydee, muy interesada me preguntó que si me parecía bonito trabajar, obviamente yo tenía muchas ganas de hacerlo y fue a partir de ese momento cuando inicié la capacitación para poder entrar al mundo laboral.
A los pocos días comencé con las entrevistas, una tras otra hasta que me eligieron para trabajar en ese almacén. Estaba tan feliz que llegué a imaginarme que podía hacer con la plata que me iba a ganar trabajando. Comencé a soñar con el poder ayudar en mi casa, pagar mi tratamiento de ortodoncia o en un futuro, comprar un computador portátil. También, es importante ahorrar porque uno nunca sabe cuando pueda necesitar algún dinero, esas eran mis metas.
Inicié labores el 10 de diciembre del 2005 en el almacén Alkosto de la Avenida 68 con Calle 68 y así empezó mi vida como trabajadora, Le doy muchas gracias a Dios todos los días de mi vida, también agradezco a todas las personas que me ayudaron y confiaron en mí para poder llegar al lugar donde me encuentro el día de hoy.
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